El viernes, médicos y enfermeras del principal hospital infantil de Buenos Aires unieron fuerzas con personal universitario para protestar contra los vetos del presidente Javier Milei a los aumentos de financiación para sus sectores, una medida que forma parte de su plan de austeridad. Tras 21 meses en el cargo, Milei vetó el miércoles un proyecto de ley que pretendía aumentar el presupuesto universitario para hacer frente a la inflación y abordar los atrasos salariales, una decisión que ya había tomado en octubre de 2024.
También obstruyó una ley que autorizaría transferencias del Tesoro a los gobiernos provinciales. Esto ocurrió apenas días después de que convocara a los gobernadores para mantener conversaciones tras la significativa derrota electoral del partido gobernante el domingo pasado en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, donde la fuerza peronista de la oposición resultó victoriosa. En respuesta a los vetos, manifestantes apoyados por sindicatos y movimientos de izquierda se congregaron el viernes en la Plaza de Mayo para una protesta que coincidió con una huelga de 24 horas en el Hospital de Niños Garrahan y en las universidades estatales. “El gobierno ha generado descontento en toda la sociedad.” “En las urnas enviaron un mensaje claro de que esta política de austeridad no puede continuar”, dijo Esteban Algañaraz. Articuló el desafío de ganar un “miserable salario” de 700.000 pesos al mes (aproximadamente 470 dólares estadounidenses al tipo de cambio oficial), al tiempo que señaló que la canasta básica de alimentos para una familia cuesta alrededor de 785 dólares estadounidenses.
Los sectores afectados se preparan para otra protesta el próximo miércoles, coincidiendo con el debate en la Cámara de Diputados sobre la posible anulación de los vetos de Milei a la ley de financiación universitaria y a la ley que declara la emergencia pediátrica en el hospital Garrahan. Lograrlo requeriría una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso, donde la administración actual se encuentra en minoría y carece de los votos necesarios. En un hecho significativo ocurrido la semana pasada, el Congreso tomó la decisión sin precedentes de rechazar por primera vez uno de los vetos de Milei. Esta acción implicó revocar su decisión en contra de una ley que asignaba un mayor presupuesto a los servicios para personas con discapacidad, un sector actualmente afectado por acusaciones de corrupción vinculadas a su hermana y jefa de gabinete presidencial, Karina Milei. Ha sido citada ante el Congreso para responder a las acusaciones de presuntos sobornos y comisiones ilegales relacionados con la adquisición de medicamentos para la agencia nacional para personas con discapacidad ANDIS.
Durante la protesta del viernes, multitud de pancartas mostraban prominentemente la frase “tres por ciento”, en referencia a la supuesta participación de Karina en los contratos que actualmente están bajo escrutinio judicial. El presidente Milei reconoció una “clara derrota” en las elecciones del domingo pasado, pero advirtió que no alteraría “ni un milímetro” su política fiscal y monetaria, incluso ante las preocupaciones del mercado sobre la percepción de sobrevaloración del peso. El lunes por la noche, tiene previsto presentar el proyecto de ley de presupuestos para 2026 durante un discurso televisado a nivel nacional.