Argentina necesita ayuda de EE. UU. mientras Milei se queda sin moneda

El Tesoro de Argentina está agotando sus reservas de dólares para apoyar al peso, con los comerciantes estimando que le quedan tan solo 700 millones de dólares en sus cuentas. El martes, la administración del presidente Javier Milei se dedicó a la venta de dólares por sexta sesión consecutiva. Se estima que los gastos oscilaron entre US 50 millones y US$330 millones para mantener la estabilidad del peso en ese día en particular. Las ventas acumuladas en las últimas seis sesiones han alcanzado un mínimo de US.500 millones. El Banco Central posee una reserva de dólares que puede utilizar, estimada en aproximadamente US0 mil millones según evaluaciones privadas; sin embargo, enfrenta mayores limitaciones en su despliegue. Según su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la autoridad monetaria está restringida de acceder a sus propias reservas a menos que el peso supere una banda flotante que, hasta el martes, estaba entre 943 y 1,484 por dólar estadounidense.

El banco intervino en tres ocasiones el mes pasado, liquidando 1.100 millones de dólares, sin embargo, los funcionarios han dependido cada vez más de los fondos del Tesoro para mantener la estabilidad del peso en tiempos recientes. El Tesoro de Argentina se abstiene de divulgar oficialmente sus ventas de dólares. Los funcionarios de la nación propensa a crisis están actualmente en un esfuerzo urgente por asegurar asistencia de Washington. El Secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, se ha comprometido a proporcionar un salvavidas financiero e indicó que entablará conversaciones con el Ministro de Economía, Luis Caputo, quien ha viajado a Washington junto al jefe del Banco Central, Santiago Bausili. El momento y la magnitud de cualquier paquete de ayuda siguen siendo inciertos.

Mientras tanto, la implementación de un endurecimiento de las políticas y nuevos controles de capital no ha logrado disminuir la demanda de dólares. A pesar de la reimplementación por parte del gobierno de ciertas restricciones, como una prohibición de 90 días sobre la reventa de dólares y un aumento en la emisión de futuros de divisas, la disparidad entre las tasas de cambio paralela y oficial ha aumentado. La tasa en la calle ha superado los 1,500 pesos por dólar, en contraste con la tasa oficial de mercado de 1,429.5 pesos. Los precios de futuros sugieren una posible depreciación de hasta el 60 por ciento anual en los próximos 12 meses, superando significativamente las expectativas de inflación.

La crisis monetaria surge mientras las autoridades argentinas se preparan para cumplir con una obligación de deuda de 500 millones de dólares que vence en noviembre. Los bonos están bajo presión a medida que la administración de Milei se acerca a importantes elecciones nacionales de medio término el 26 de octubre, tras una pérdida sustancial en una elección provincial el mes pasado. Los bonos en dólares experimentaron una caída en toda la curva el martes, con notas que vencen en 2035 disminuyendo casi un centavo para cotizar a aproximadamente 56 centavos por dólar, según los datos de precios indicativos.