La crisis de arbitraje cambiario de Milei quema 2.000 millones de dólares mensuales

Un aumento temporal en los dólares de exportación agrícola ha llevado a los argentinos a adquirir billetes verdes baratos, agotando las reservas que la administración del presidente Javier Milei está intentando restaurar. El sector agrícola ha desinvertido aproximadamente 6 mil millones de dólares en activos en dólares tras la reciente suspensión de los impuestos a la exportación de granos por parte del gobierno este mes. Se exigió a los exportadores liquidar casi la totalidad de una cuota designada en cuestión de días para ser elegibles para la exención fiscal, que expiró la semana pasada. Sin embargo, el Tesoro adquirió apenas 2.200 millones de dólares, lo que constituye menos del 40 por ciento del monto total, según datos oficiales. Según personas con conocimiento directo de la situación, los ejecutivos de los bancos locales descubrieron que sumas sustanciales eran consumidas por argentinos que utilizan el mercado oficial de divisas y posteriormente las convierten a través de intercambios paralelos. Según las propias estimaciones del gobierno, el comercio, que implica comprar moneda estadounidense a aproximadamente 1,380 pesos por dólar y revenderla a casi 1,500 pesos por dólar, ha resultado en un agotamiento de hasta 2 mil millones de dólares por mes.

Conocido como “rulito,” este intercambio representa una “especie de arbitraje de divisas de ida y vuelta,” según Ramiro Marra. Trump le proporciona a Milei una ventaja preelectoral a través de una visita a la Casa Blanca. El gobierno de Milei ha reintroducido ciertas restricciones monetarias para impedir los flujos. El anuncio más significativo, revelado el viernes, es una “restricción cruzada” que prohíbe a los individuos revender dólares por un período de 90 días. El Banco Central también ha aumentado sus ventas de contratos de futuros para mitigar una depreciación adicional del peso. “Desmantelamos un kiosco de unas 20 personas”, declaró el Ministro de Economía Luis Caputo durante una entrevista. No obstante, los datos oficiales indican que las medidas no han reducido la demanda de dólares por parte de los argentinos — al menos no a los precios actuales. El martes, los funcionarios del Banco Central reiteraron a los operadores de billeteras digitales que está prohibido vender dólares al tipo de cambio oficial. Las autoridades han expresado su preocupación de que los clientes puedan estar utilizando estas plataformas para operaciones de “rulito” que involucren criptoactivos y el mercado no oficial, según una fuente con conocimiento directo del asunto. “Estas transacciones están limitadas a bancos y casas de cambio autorizadas por el Banco Central,” declaró el Gobernador del Banco Central, Santiago Bausili, durante una entrevista. “Las billeteras digitales y las casas de cambio operan fuera del marco regulatorio del Banco Central.”

Como se observa frecuentemente en Argentina, las restricciones gubernamentales produjeron consecuencias no deseadas, exacerbando la disparidad entre los tipos de cambio oficial y paralelo. Las medidas no eliminan por completo las oportunidades de arbitraje en el mercado informal, dado que el gobierno argentino ha instruido a los bancos a dejar de monitorear las transacciones. El peso ha experimentado su caída más significativa en tres semanas desde el lunes, con la tasa paralela cayendo por debajo de 1,500 pesos por dólar y el diferencial superando el 10 por ciento. Los participantes del mercado anticipan una debilidad adicional, ya que las tasas implícitas en los contratos de futuros de divisas sugieren una mayor depreciación en el horizonte. Las expectativas siguen siendo elevadas, superando el 70 por ciento anual hasta noviembre, a pesar de las recientes acciones tomadas por el banco central. En contraste, los inversores anticipan que la inflación se mantendrá por debajo del 30 por ciento durante los próximos 12 meses. El fracaso del gobierno en asegurar financiamiento adicional ha generado preocupaciones entre los tenedores de bonos, ya que más de 500 millones de dólares en deuda vencerán en noviembre.

No obstante, ciertas preocupaciones disminuyeron tras el anuncio del Secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, sobre la próxima asistencia financiera a la nación sudamericana, aunque sin detalles sobre el momento. El miércoles, los bonos en dólares argentinos experimentaron una caída en toda la curva por quinta sesión consecutiva, con notas que vencen en 2035 disminuyendo casi dos centavos para negociarse a aproximadamente 50 centavos por dólar. “Está claro que, incluso con esta medida, el Tesoro no alcanzaría a cubrir los pagos de capital e intereses de los Bonares y bonos globales que vencen en enero de 2026,” Juan Manuel Truffa, economista de la consultora local Outlier.